OBSERVACIÓN GENERAL DEL PACIENTE
Cuando observamos al pacientes podemos darnos cuenta de la posición que el toma al estar parado o sentado, su forma de caminar, las cicatrices que trae consigo, las diferentes anomalías que tienen en cualquier parte visible de su cuerpo, tono de piel, su hidratación, etc.
Una buena observación exige: entrenamiento de quien la realice, una iluminación adecuada, realizar la observación sin prisa y sobre todo prestar atención a los detalles.
La observación se divide en 2 partes: la parte física y la emocional.
La parte física: Aquí valoraremos todos los aspectos físicos del paciente como son: estado aparente de salud (sano, agudamente enfermo o crónicamente enfermo).
- La higiene: bien cuidado o descuidado.
- El crecimiento: adecuado a la edad o inadecuado (gigantismo o enanismo).
- Estado nutricional: bien nutrido, desnutrido y sobre peso.
- Coloración: normal (normo crónico) o normal ( palidez, ictericia, hiperemia, pletórica).
- Malformaciones.
La parte emocional: En esta se valora la psicología del paciente.
- Actitud: cooperadora, indiferente, alegre, triste, etc.
- Estado de conciencia: ubicación en tiempo y espacio.
- Posición: libre o especial.
- Lenguaje: calidad de la voz, articulación y coherencia.
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